miércoles, 13 de abril de 2016

ANTONIO CALDERON






Nacido a finales del siglo XVI en Baeza (Jaén), en el seno de una familia noble, Antonio Calderón se formó en las aulas de la Universidad de Baeza, donde fue, desde 1618, Catedrático de Artes. 

Universidad de Baeza


El culto concepcionista fue especialmente destacado en Andalucía y, sobretodo en Baeza, cuya Universidad se convirtió desde su fundación en una de las principales promotoras de la proclamación de este misterio como dogma de la Iglesia Católica.





Como es sabido, desde finales de 1617 esta Universidad, al igual que otras muchas, exigía a sus alumnos un voto o juramento de defensa de este misterio, requisito previo a la colación de sus grados académicos. Y fue precisamente con ocasión de la fiesta de Baeza a la que da nombre el libro, cuando se acordó redactar el juramento o Estatuto inmaculista en dicha Universidad, promulgado solemnemente el 14 de enero de 1618 en el Claustro de profesores  de las Escuelas y Universidad de la Santísima Trinidad de  Baeza. (Dicho Juramento figura en el folio 48 de la presente obra.)





El redactor y compilador del libro fue Antonio Calderón, catedrático de Artes en la Universidad y uno de los siete jueces de la justa poética celebrada en diciembre de 1617.

Antes de la relación propiamente dicha de la Fiesta, hay una dedicatoria de Calderón a su Ciudad de gran interés histórico y literario. Su intención es el de elogiar su Ciudad y su Universidad por ser paladín del culto concepcionista. Nos dice:” Honra es de las Escuelas de Baeza que se sepa lo que ha hecho en honra de la Concepción purísima de María, y mía lo será no pequeña de camino de paso honrar mi patria, diciendo algunas de sus excelencias.”

Paraninfo Universidad

Presenta a continuación una serie de documentos muy variados, que sirven para conocer los acontecimientos que propiciaron la celebración de la Fiesta. Tras estos preliminares Calderón nos presenta los textos relativos al certamen poético, sobresaliendo entre éstos el poema latino del propio Calderón  que contiene “los más grandes fundamentos  que hay a favor del misterio de la Concepción” reflejando el marcado carácter doctrinal  que la Universidad de Baeza supo imprimir en la celebración de la fiesta en honor de la Inmaculada Concepción de la Virgen.

Universidad de Salamanca


Abandonó su ciudad natal para trasladarse a Salamanca, en cuya Universidad figura, en el año de 1621, como colegial del Colegio Mayor de Cuenca. Allí amplió estudios y fue profesor de Teología. Al parecer, el Cabildo catedralicio de la diócesis salmantina quiso incorporarlo como canónigo lectoral. A partir de 1638 y hasta su muerte, su figura adquiere enorme relieve a tenor de los importantes cargos que llegó a ocupar (algunos de ellos constan en la portada de sus obras), a saber: canónigo magistral de la Catedral primada de Toledo, capellán mayor en el Real convento de la Encarnación de Madrid, preceptor de la infanta María Teresa (hija del rey Felipe IV) y calificador del Santo Oficio. 

Infanta Maria Teresa


En 1653, Felipe IV lo presentó para cubrir la vacante del Arzobispado de Granada. Sin embargo, Antonio Calderón no pudo ser consagrado arzobispo de esta plaza porque falleció (11 de enero de 1654) antes de que llegara a España la correspondiente bula pontificia. 

Felipe IV



Nicolás Antonio elogió la erudición del autor, al que calificó como “vir theologiae totius sacrarumque ac profanarum artium peritissimus”. Antonio Calderón fue, en efecto, un teólogo eminente. Destacó especialmente como defensor de la doctrina del Misterio de la Inmaculada Concepción, asunto al que dedicó buena parte de su vida y obra. Durante su etapa como profesor de la Universidad de Baeza ya dio muestras de su interés por la Inmaculada con la composición de dos interesantes poemas latinos: uno en forma de elegía y otro en forma de cantus metro Italico compactus, cuya primera estrofa empieza así: Non Pierides inuoco sorores / nec sitio Heliconium Hippocrenen / aut Castaliam bicipitis Parnassi. / Bibant profani Veneris olores, / quibus relinquo pallidam Pirenen, Heliconidas fontemque Pegassi / Isti qui crinem passi / Apollinis mirantur / lyram, eius subsidiis innitantur. / Mihi sacra sonanti atque diuina / mysteria sis tu, o Virgo Palestina, / deifera Maria, / Euterpe, Calliope, Thalia. La mencionada elegia y el cantus, junto a otros poemas de diversos autores (en su mayoría epigramas latinos), figuran en el libro que el propio Calderón se encargó de compilar con el título Relación de la Fiesta que la Universidad de Baeza celebró a la Inmaculada Concepción, publicado en 1618. La obra que consagró a Antonio Calderón como experto teólogo es el tratado Pro titulo Inmaculatae Conceptionis Beatissimae Virginis Mariae, adversus duos anonymi libellos. Calderón también prestó atención, en lengua castellana, a otro asunto muy de moda en la época, la historia del Apóstol Santiago. De ello se ocupó en un libro Parte Primera de las excelencias del Glorioso Apóstol Santiago… publicado póstumamente en 1658 y en cuya portada se menciona al autor como Doctor. (R. Manchón)



Fuentes:

http://www.humanismogiennense.es/autores/antonio-calder%C3%B3n

http://sanjuanavilabaeza.blogspot.com.es/2013/12/fiesta-en-la-universidad-de-baeza-la.html


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